1 de Enero del 2008, un desayuno ligero, me pongo las mallas, me calzo las zapas, unos poquitos de estiramientos, caliento unos minutos y empiezo a correr. El ritmo es bastante bajo, tengo 10000 m por delante y no quiero que me pase como otras veces que al día siguiente no puedo con mi alma. Desde Ponte Vella hasta Outariz, ida y vuelta sin problemas, acabo fenomenal, creo que si quisiera podría hacer unos cuantos km más sin mucho esfuerzo, pero... al llegar a casa, después de estirar y después de una buena ducha, me empiezo a encontrar raro, me duele un poquito la cabeza y me encuentro cansado, ¡hombre! se puede llegar a pensar que esto sea normal, después de la cena de fin de año de la noche anterior, meterse 10 km entre pecho y espalda, pueden que sean posibles efectos secundarios. Como en las últimas semanas no me encontraba muy católico haciendo deporte, y en mis 27 años de vida esto nunca me había pasado, y más vale prevenir que curar, ayer fui al médico, muestra de orina, extracción de sangre, un electro ( 44 ppm en reposo) y 85,9 kg de peso. Así que ahora me toca esperar a saber los resultados para empezar con el training.
Moraleja: A veces no vale de nada hacer planes, la vida al día y sin mirar muy lejos, no sabemos lo que va a pasar dentro de 1,2,3 días, semanas, meses,años... por que al final como me ha pasado a mí de las cuentas salen cuentos.
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